Roberto Álvarez: "Soy un gamberro en esto de interpretar, me gusta meterme en todo y no ir a lo obvio"

Roberto Álvarez (Asturias. 1956), es uno de los actores españoles más prolíficos. En sus más de treinta años de profesión, este asturiano lo ha probado todo o casi todo: Cine, televisión, teatro…Empezó muy joven y desde entonces no ha parado. Ahora, tiene en cartel, la obra ‘Hombres de cuarenta’, con la que acude al Teatro Municipal Florida de Algeciras,el próximo 17 de enero, junto con otros tres actores, y dirigida por Mariano de Paco Serrano.

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Pregunta: -La gira está recorriendo prácticamente toda la geografía española. ¿Hasta el momento cuál está siendo la respuesta del público?

Respuesta : Buena. Teniendo en cuenta los tiempos que corren, siempre se agradece. Y la gente se lo pasa bien, que de eso se trata.                                                                                                                               

P: ¿Qué mensaje quiere transmitir ‘Hombres de cuarenta’?

R: .La obra se centra en las relaciones de cuatro personas, sus aspiraciones, algunas frustradas, otras no, sus miedos y preocupaciones, en una etapa de su vida, los cuarenta, en los que todo se cuestiona, incluida las creencias y la fe: Es una etapa de inflexión,  puesto que nos hace replantearnos qué hemos hecho y que no, y qué podemos cambiar. Y, además, los cuatro personajes de la obra tienen sus propias crisis que se plasman a lo largo de la obra.

P: Cuatro personajes con sus miserias y visicitudes que rozan la comicidad.  Dosis de humor no ausente de cierto punto dramático. Hay una frase sacada del libreto que me parece muy alusiva y es, que ‘Si la vida nos golpea, hay que saber resistir.

R: Es que la obra es una comedia hecha a golpe de round, como yo digo. Está la chica que no quiere vender el gimnasio de boxeo, están los socios que sí quieren quitarse el negocio de encima, Hay conflicto entre los personajes, y se abordan temas muy actuales, pero conseguimos que la gente se ría y eso, que no son gags fáciles ni mucho menos, sin embargo conseguimos conectar con el espectador y las risas, creéme que se escuchan.

P: Dirigida por Mariano de Paco Serrano, nominado a los premios Max, con una trayectoria importante a sus espaldas,  el director más apropiado para ponerla en escena…

R: Yo creo que sí. Ha sido una satisfacción que Mariano sea el director de esta obra, porque no es una comedia fácil, y él ha conseguido, imprimir al texto escrito, una veracidad que se puede percibir en cada momento. Es un acierto que a los actores se nos haya dejado libertad suficiente,  y el resultado está siendo magnífico.

P: Centrándonos en tu carrera, empezaste muy joven en la compañía Teatro de la Danza de Madrid, impregnándote de los grandes clásicos, A partir de ahí tus trabajos han sido constantes y has trabajado con todos los grandes, Mario Gas en Teatro, Chus Gutiérrez, Almodóvar y Vicente Aranda, en cine. Siempre he pensado,  no sé si estarás de acuerdo que trabajar como actor cómico, hacer reir a la gente es más complicado que lo que parece en un primer momento, Me supongo que escuchar las carcajadas del público, ayuda.

R: Hacer comedia es muy difícil. Hombres de cuarenta está escrito en tono de comedia pero es difícil y arriesgado llevar la obra a escena. En mi caso, tengo la suerte de poder interpretar registros diferentes pero hay otros actores que no se atreven y no sé porqué. A mi, me gusta meterme en todo, soy muy gamberro  (se ríe), romper esquemas y no ir a lo obvio. Eso de galán otoñal que por mi edad, toca, no va conmigo.

P: ¿Cree que se ha infravalorizado el genero de comedia con respecto por ejemplo a obras  más serias? no sé si compartes la sensación de que hay parte del público que opina que la comedia es un género menor y que por lo tanto, no tiene la misma consideración que obras, entre comillas mas serias. Yo pienso que la comedia encierra siempre algo más y que plasma las miserias con mucha más nitidez.

R: Por supuesto. Es un topicazo pensar que la comedia suele ser más insustancial. Hay dramones que, pueden lograr aburrir al público, y comedias que, en cambio, son capaces de conectar con la gente, a la primera, y que además es capaz de inducir a la crítica social más aplastante. Un ejemplo de esto sería El Verdugo de Berlanga.

Algeciras Press