El centro de interpretación del Parque Arqueológico ‘Puerta de Gibraltar’, albergará un total de 27 piezas procedentes del Museo Municipal., muchas de las cuáles aún no han sido expuestas al público, por lo que la inauguración cobra un interés mayor, ya que se mostrarán las últimas piezas halladas en prospecciones arqueológicas recientes.
Como si de una ‘habitación con vistas’ se tratase, las ruínas meriníes disfrutan de una privilegiada posición en el centro de la ciudad. Presididas bajo la estatua de Almanzor, del que se dice que nació en esta localidad cuando aún formaba parte del dominio árabe, las murallas invitan a ser visitadas.
Por fin se hizo realidad. Su puesta en valor, algo más que un 'lavado de cara', ha posibilitado recuperar un pasado histórico que estaba 'enterrado' bajo capas y capas de olvido. Sacar a la luz estos restos servirá para que el algecireño se reconcilie con su pasado.Es una forma de acercanos a lo que fuimos y lo que somos. Piedras con siglos de historia que hablan de presente, puesto que es ahora cuando han salido a la superficie, pero que nos remiten a siglos atrás. Es un recurso perfecto para demostrar que el 'analfabetismo' patrimonial de la ciudad es falso. Algeciras es rica en cultura, aunque sea en el subsuelo. Con iniciativas como éstas, se reafirma. Pero vayamos por partes.
No se trata de hacer un 'panegírico' sobre las bondades de este yacimiento como vendría reflejado en un simple folleto turístico, de eso ya se encargarán las instituciones, nuestra tarea es más compleja. La información requiere de datos objetivos, donde también, porqué no, se muestren valoraciones subjetivas, es un 'toma y daca', una balanza donde todo debe quedar nivelado. Por eso, es preciso recordar cómo surgió este proyecto, quiénes fueron sus mentores y cuál fue su andadura, sin obviar algunas consideraciones, no tan gratas pero igualmente necesarias, luego será el lector, el que tenga la última palabra.
Si la memoria no me falla, en 1999, la Junta de Andalucía las declaró como Bien de Interés Cultural después de que, años antes, en 1996, comenzarán en la zona de Blas Infante, trabajos que luego continuaron entre 1998 y 2000 con la exhumación de las edificaciones situadas en intramuros. A esta época ‘dorada’ le siguió otra más criticada.
La oposición al equipo de Gobierno, denunciaba "abandono" por parte de las instituciones que participaron en el proyecto: Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía. Fue un período oscuro, en el que las ruínas estuvieron a merced de actos vandálicos e incluso utilizadas como vertedero. Los ciudadanos fuimos testigos de cómo en aquella época, los famosos vestigios dormían el sueño de los justos.Luego, gracias al empeño y a la 'presión' de la opinión pública, las murallas volvieron a recuperar el sitio que habían perdido.
Ya en 2005, el 16 de septiembre , "se firmó en Cádiz un protocolo de colaboración con la entonces ministra de Cultura, Carmen Calvo; y la hoy ministra de Igualdad, Bibiana Aído, que en aquellos días era delegada provincial de Cultura",como declaraba el alcalde, Tomás Herrera, recientemente. "Esa tarde todas las administraciones firmantes nos comprometimos a realizar una aportación firme de 2.110.000 euros para la recuperación de uno de los vestigios arqueológicos más importantes hallados en nuestra ciudad",recordaba Herrera.
Las aportaciones previstas ascendían a 755.000 euros por parte de la Consejería de Cultura; otro tanto por parte de la Diputación de Cádiz y 600.000 euros por parte del ministerio de Cultura. A esto se sumaron los 96.000 euros aportados por el ayuntamiento. Aún así, la inversión final que requirió la obra se elevó a 2,3 millones de euros. Una cantidad respetable teniendo en cuenta las dificultades que se encontraron durante las obras.
Texto: Landi
Fotos: I-ON
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