Las relaciones entre el movimiento vecinal y Ayuntamiento de Algeciras no pasan por su mejor momento. Tras los 'encontronazos' que han existido con la FAVA, y la primera manifestación de FAPACSA, ahora, vecinos y otros colectivos ciudadanos están cargando cartuchos para una segunda protesta relacionada, de nuevo, con la revisión catastral. Pero hay más asuntos en el tintero...
Ha sido una relación como más desencuentros que coincidencias. Ayuntamiento y movimiento vecinal mantienen diversos puntos de fricción que no parecen estar enquistados sin posibilidad de curación.
El catastro, sin lugar a dudas, fue la 'gota que colmó el vaso', según apuntan los propios colectivos ciudadanos, agrupados en su mayor parte en distintas federaciones vecinales como es el caso de FAPACSA y la FAVA.Con ésta última, la falta de sintonía se hizo más evidente si cabe, mientras la presidencia la ostentó Josefa Beltrán. Desde el local, cedido por el Consistorio, en La Reconquista, Beltrán y su equipo directivo, se convirtieron en un duro 'contratiempo' para el Gobierno local de turno, sobre todo durante la etapa de Patricio González, al frente de la alcaldia y, posteriormente continuada con los alcaldes Palacios y el actual Herrera.
Las malas relaciones llegaron a un punto muerto después de que la presidenta de la FAVA se presentara a las últimas elecciones municipales bajo las siglas de una nueva formación política. A partir de ahí, se precipitó el 'ocaso' de la citada directiva vecinal. Tanto es así, que durante un tiempo, estuvo prácticamente 'desaparecida' del panorama vecinal. Paralelamente, FAPACSA, una organización creada bajo la batuta del ex concejal del PP, Juan de Dios Regordán, iba adquiriendo cada vez mayor protagonismo ciudadano. Encabezada por Regordán y Martín, ha visto incrementado, en los últimos tiempos, el número de colectivos tanto vecinales como ciudadanos. La Federación logró su mayor nivel de popularidad con la campaña 'anti-catastrazo', defendida con ahínco, especialmente durante los últimos meses y que derivó en una manifestación multitudinaria a finales del pasado mes de febrero, exigiendo la retirada de la revisión catastral que plantea el equipo de Gobierno algecireño.
Ha sido una relación como más desencuentros que coincidencias. Ayuntamiento y movimiento vecinal mantienen diversos puntos de fricción que no parecen estar enquistados sin posibilidad de curación.
El catastro, sin lugar a dudas, fue la 'gota que colmó el vaso', según apuntan los propios colectivos ciudadanos, agrupados en su mayor parte en distintas federaciones vecinales como es el caso de FAPACSA y la FAVA.Con ésta última, la falta de sintonía se hizo más evidente si cabe, mientras la presidencia la ostentó Josefa Beltrán. Desde el local, cedido por el Consistorio, en La Reconquista, Beltrán y su equipo directivo, se convirtieron en un duro 'contratiempo' para el Gobierno local de turno, sobre todo durante la etapa de Patricio González, al frente de la alcaldia y, posteriormente continuada con los alcaldes Palacios y el actual Herrera.
Las malas relaciones llegaron a un punto muerto después de que la presidenta de la FAVA se presentara a las últimas elecciones municipales bajo las siglas de una nueva formación política. A partir de ahí, se precipitó el 'ocaso' de la citada directiva vecinal. Tanto es así, que durante un tiempo, estuvo prácticamente 'desaparecida' del panorama vecinal. Paralelamente, FAPACSA, una organización creada bajo la batuta del ex concejal del PP, Juan de Dios Regordán, iba adquiriendo cada vez mayor protagonismo ciudadano. Encabezada por Regordán y Martín, ha visto incrementado, en los últimos tiempos, el número de colectivos tanto vecinales como ciudadanos. La Federación logró su mayor nivel de popularidad con la campaña 'anti-catastrazo', defendida con ahínco, especialmente durante los últimos meses y que derivó en una manifestación multitudinaria a finales del pasado mes de febrero, exigiendo la retirada de la revisión catastral que plantea el equipo de Gobierno algecireño.
Nueva manifestación. Tras los 'coletazos' que provocó la citada protesta, ya está preparada la segunda. Será el próximo 28 de mayo, y convocada por todas las asociaciones de vecinos de la ciudad. Esta fecha ya ha sido bautizada con el nombre de 'San Catastrazo', y pretende recabar el máximo apoyo ciudadano 'contra la subida abusiva de impuestos'. A las siete de la tarde, partirá la marcha de los manifestantes que concluirá en la Plaza Alta donde la comitiva tiene previsto leer un comunicado de rechazo a la pretendida revisión catastral.
Haciendo un poco de repaso sobre lo que denuncian las asociaciones y colectivos ciudadanos en relación a la subida impositiva, sobresalen sus críticas referidas a que Algeciras tiene el máximo del Tipo de Gravamen, el 1,10%, lo que, a juicio de éstas, la revisión, es totalmente "injusta". Además, insisten en que la citada revisión fue establecida a los nueve años en vez de a los diez, "que es el período normal de vigencia", y que el "hipotético ofrecimiento" de efectuar un estudio a fondo de la aplicación del IBI, "no va a disminuir la repercusión tan elevada a nivel económico de la base catastral".
Otra de las constantes reivindicaciones de las asociaciones de vecinos es la de que el IPC (Incrementos de Precios al Consumo), debe ser tomado en cuenta para la subida de tasas e impuestos municipales. "En el presente año, la subida ha sido del 2,40%, y la subida del IBI, es del 7%, es decir, se nos cobra de más. Si el Gobierno de España estima que el nivel de vida ha subido el 2,40%, no entendemos que el Ayuntamiento suba los impuestos y tasas municipales por encima de dicho porcentaje del IPC", denuncian. Además, critican que las reclamaciones e impugnaciones presentadas por los algecireños, "siguen viajando por los despachos".
Redactado por Landi
Fotos: I-ON
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