Un día después de la contundente respuesta de 600 alumnos y profesores de la comarca contra la Ley Wert, la actualidad nos ha deparado dos noticias igualmente destacadas y no menos importantes. Una de ellas, la agresión sufrida por un facultativo de Consultas Externas del Hospital Punta Europa, cuyo presunto autor ya ha sido detenido, y por otro lado, la excarcelación del etarra Juan Manuel Píriz en cumplimiento a la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, del centro penitenciario Botafuegos, donde cumplía una condena de 61 años y dos días, entre otros delitos, por el asesinato de un ex integrante de la banda terrorista en los años 80.
Las dos noticias han causado la lógica preocupación por parte de la ciudadanía. El comportamiento incívico y la impunidad con la que actúan algunos, ejerciendo la violencia física o verbal, ya sea en un colegio, o en un hospital, como es el caso, es del todo execrable. La violencia nunca puede estar justificada, y en la sanidad, como ocurre en la educación, también, cada vez con mayor frecuencia, estamos asistiendo a ello. Padres 'indignados' que la emprenden a golpes contra los profesores de sus hijos y profesionales sanitarios que se ven indefensos ante situaciones como las vividas hoy en el hospital algecireño, y que desafortunadamente se repiten en otros centros de salud de Algeciras y del resto de la comarca. Estos profesionales se las ven y se las desean para ejercer su profesión, en muchas ocasiones. Es cuestión de unas mínimas normas de urbanidad, pero algunos parece que se les olvida, y lo que es más preocupante, se está convirtiendo en una práctica habitual.
Deconcierto, indignación...para otros, la salida de Píriz, un ex etarra con delitos de sangre, que es excarcelado porqué así lo ha querido el Tribunal de Estrasburgo. Píriz se ha aprovechado de lo mal visto que está la doctrina Parot, y sale a la calle, no sabemos si reinsertado o no.
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