El número de inmigrantes interceptados en las costas españolas ha descendido un 90% desde 2006

La tragedia de Lampedusa ha puesto de manifiesto la importancia de las medidas contra la inmigración ilegal, declaraba el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien ha añadido que, gracias a las medidas de prevención, el número de muertes en el mar de inmigrantes que trataban de llegar a las costas españolas ha pasado de 108 en 2003 a 36 en 2012.
El ministro ha hecho estas declaraciones este miércoles en la inauguración del Centro de Coordinación para la Vigilancia Marítima de la Guardia Civil, que ha presidido el Príncipe de Asturias. Desde este centro, que empezará a funcionar el 2 de diciembre, se podrán vigilar en tiempo real los 8.800 kilómetros de costas españolas a través de los 74 sensores desplegados. Conectado a los cuatro centros regionales (Valencia, Algeciras, Las Palmas y la Coruña), desde el centro se coordinará la lucha contra el contrabando, el narcotráfico y la inmigración ilegal. El nuevo centro ha costado 18 millones de euros, pero la mayor parte (el 85,50 por ciento) lo ha aportado la Unión Europea.Según el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, España se ha convertido en un referente en la vigilancia marítima y hay resultados tangibles. Explicó que, gracias a la colaboración de los países de origen, entre otras medidas, el número de inmigrantes interceptados en nuestras costas ha pasado de 39.180 en 2006 a 3.804 en 2012, lo que supone un descenso del 90 por ciento.

Los buenos resultados en interceptaciones y en muertes se han logrado, según el ministro, gracias a la lucha contra las mafias que trafican con personas y a la cooperación de países de procedencia de los inmigrantes, como Marruecos, Mauritania y Senegal. Fernández Díaz también ha destacado que España se ha convertido en el muro de contención de Europa del tráfico de hachís.Don Felipe inauguró el nuevo centro al mediodía de este miércoles, acompañado por el ministro del Interior y el director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa. Vestido con el uniforme del Ejército de Tierra, el Príncipe fue recibido con honores militares.A su llegada se interpretó el himno nacional en formato breve y, acto seguido, el Heredero de la Corona pasó revista y presidió el homenaje a la bandera, en el que se volvió a interpretar el himno nacional en versión completa. Tras los discursos del ministro y el director de la Guardia Civil, se rindió homenaje a los agentes de todos los tiempos que sirvieron a España y murieron con honor. Se interpretó el himno fúnebre «La muerte no es el final», se depositó una corona de laurel y se rezó una oración.Tras el himno de la Guardia Civil y un breve desfile, Don Felipe pasó al interior del nuevo centro y a la Sala de Operaciones, donde pudo contemplar, a través de las enormes pantallas, las distintas pateras que en este momento intentan alcanzar las costas europeas, entre ellas una que se acercaba a España desde Algeciras, pero, según mostraban los mapas en ese momento, la zona más conflictiva es Lampedusa, a donde la Guardia Civil ha enviado un avión en apoyo de las autoridades italianas. 

Algeciras Press