Pedro Guerra, más 'vivo' que nunca

El cantautor, Pedro Guerra, consiguió nuevamente, levantar del patio de butacas a los espectadores que el pasado viernes acudieron a presenciar el concierto que éste ofreció en el Parque María Cristina de Algeciras.
Nada más empezar su actuación, aprovechó la ocasión para manifestar su deseo de regresar a esta ciudad nuevamente."Espero volver más a menudo", confesó al público que llenó casi por completo el patio de butacas. De esta forma, el canario agradecía el interés demostrado por los organizadores, en este caso el Ayuntamiento, al haber pensado en él para completar la programación cultural del verano. Un deseo que fue respondido con aplausos por sus seguidores, éstos que pacientemente habían contado los días para comprobar si el último trabajo : ‘Vidas’ seguía estando a la altura de canciones anteriores.

A las diez y media de la noche, media hora después de la hora fijada en un principio, Pedro Guerra apareció en el escenario con su guitarra. Después se sentó en una banqueta . Le acompañaba un atril en el que, sujeto con pinzas debido al viento, se sostenían algunas partituras de sus últimas composiciones. Sin más dilación, cantó aquella que da título a su último álbum.(pinchar aquí). Tras varios años alejado de la escena musical, se le veía con ganas de volver a demostrar a sus fans, el prolífico universo que encierra este trabajo, donde sobresalen extraordinarias canciones como las que ha dedicado a sus dos hijos, Lara y Pedro, en las que el canario retrata desde su prisma, dos formas de ver el mundo, la adolescencia y los primeros años de vida.

Con ocho discos a sus espaldas, desde que en 1993 cogiera su guitarra y marchara a Madrid, en 'Vidas', se perciben grandes dosis de ‘humanismo’ sin florituras, solo bajo la desnudez de lo sensual. Guerra es un maestro en expresar las pasiones humanas sin cursilerías, apoyado por un romanticismo que no empalaga. No oculta su admiración hacia otros personajes como el cantante Tom Waits, al que dedica otra canción y el poeta Ángel González, fallecido recientemente. Esta sutilidad perfectamente urdida por este ‘trovador’ queda igualmente proyectada en otra de sus composiciones en el que rememora el efecto que en él produjo contemplar a dos esqueletos abrazados, ‘hace cinco mil años’. Y como es de bien nacido ser agradecido, un recuerdo para Libertad, 8, aquel garito de madrugadas eternas...

Fuente: ÁREA

Fotos: I-ON